Dani sigue practicando el gateo, me imagino que nos tiraremos un tiempo largo hasta que lo haga él solo, pero lo importante es que cada día aguanta un poco más haciéndolo.
Ayer me daba cuenta de la suerte que tenemos de haber encontrado a las personas que trabajan con Dani, sus fisios, sus profes de la guarde, sus profes de natación..... Yo no sé si todos los profesionales que se dedican a trabajar con niños son así, pero en nuestro caso se vuelcan cada día con Dani de una manera increíble, como si realmente Dani fuera algo suyo, se que se emocionan cuando Dani hace un avance, no solo porque me lo digan, si no porque lo noto.
En relación a esto, me siento afortunada, de vivir donde vivo, de contar con la ayuda que cuento, porque gracias a eso sé que puedo hacer por Dani mucho más de lo que muchos padres pueden hacer.
A veces pienso en niños que hayan tenido algún problema similar a Dani y que vivan en algún pueblo pequeño, lejano de alguna capital, sin las mismas posibilidades. He leído en internet casos de trastornos motores que no se pueden tratar con la fisioterapia adecuada, porque donde residen no hay profesionales que se dediquen a ello o no hay suficientes recursos.
Es triste, pero es así, hay muchos padres que, incluso en Madrid, solo pueden limitar el tratamiento a lo que ofrece la Seguridad social, que no es mucho, os lo aseguro. Solo por poneros un ejemplo, si Dani solo hiciera lo que la SS nos puede ofrecer, iría un día al hospital Niño Jesús (el otro día que va, es porque su fisio dedica una de sus horas "libres" a tratarle). Sin embargo, Dani hace 4 sesiones más de fisioterapia a parte de las dos del Hospital. Evidentemente la recuperación no es la misma en un niño con tratamiento solo una vez a la semana, que el que hace 6 sesiones a la semana.
Esto se da en muchos casos, pero cuando afecta a la salud, y afecta a un niño, que tiene mucho que vivir y disfrutar, es más triste todavía. Por esto, y porque es algo que siempre se dará sin remedio, tengo la "obligación" de aprovechar lo que tengo, de valorarlo y de utilizarlo para que Dani avance. Eso sí, aseguro que cuando sea mayor, se lo contaré para que él sepa valorarlo también y que sepa que ha sido muy afortunado.