lunes, 29 de abril de 2013

¿Y los padres qué?

El otro día recibí un mail de una chica que me preguntaba si yo consideraba que era importante el que los padres recibieran apoyo psicológico en una situación como la nuestra. Mi respuesta fue un rotundo SI, y no solo porque sea psicóloga, si no porque sé por lo que hay que pasar, lo he vivido y lo vivo cada día, y sé lo difícil que es muchas veces adaptarte tu solo a esta situación.
 
Una de las primeras cosas que heche de menos cuando nos dimos cuenta de que algo pasaba y que esto iba para largo, fue que alguien nos contara qué pasaría por nuestras cabezas en los próximo meses y años, que nos "adelantara" los posibles sentimientos que nos invadirían, y que tratara de normalizar esa confusión que muchas veces se ha alojado en nuestras cabezas. Esto, que es fundamental, nunca lo hemos tenido. Claro que lo tienes, si lo buscas y lo pagas, como todo. Pero al igual que algunos tratamientos para los niños afectados, se contemplan dentro de la seguridad social, también podrían tener en cuenta a los padres. Al fin y al cabo el que los padres estén fuertes, repercutirá de manera positiva en los niños.
 
La situación que vives, y cómo te enfrentas a ello, depende de muchos factores, principalmente de la gravedad del diagnostico, pero también de cómo seas de fuerte emocionalmente, de cómo reaccione tu entorno y de la fortaleza que haya en la pareja. Lo que es común a todos los casos son las distintas fases por las que pasas, una primera fase de negación o incredulidad, en la que sueles pensar que lo que tu hijo tiene no será tan grave y que bastará unas sesiones de terapia o tratamiento y tarde o temprano todo volverá a la normalidad. Cuando te vas dando cuenta de que no es así, experimentas sentimientos de rabia, enfado por haber sido el "elegido" a pasar por esta situación tan dolorosa, a la vez es normal sentir culpabilidad, e intentar buscar una justificacion en algo que no se haya hecho bien por nuestra parte. La aceptacion de lo que ocurre viene después, pero no es definitiva, es cierto que cada vez pasa más  tiempo entre los sentimientos de dolor y de preguntarte ¿por que a mi hijo? y eso quiere decir que somos  más capaces de vivir con ello y para ello, pero no significa que se acepte o asuma del todo. Cada situación y nueva etapa de la vida,  hace que te tengas que volver a esforzar por asumir lo que tu hijo tiene y puede o no puede hacer.......
 
Por eso el nudo en la garganta siempre esta ahí, y dependiendo de como se encuentre uno a nivel emocional en ese momento, pues será más fácil o no que la lágrima salga si sale el tema, pero para quien sea testigo de verdad que no se sienta incomodo, muchas veces el desahogo y hablar de ello es una necesidad, y hace muchisimo bien a los padres, que lo necesitamos sacar de vez en cuando.

3 comentarios:

  1. Ánimo Mª José para tí y para toda la familia. Sois unos campeones y estoy segura que vuestro amor y actitud positiva, le ayudará a Dani más que cualquier medicina.
    Besos.
    Marita

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  2. Hola:
    Soy Sara, la madre de María , al igual que tú mi hija tiene una discapacidad fisica y psiquica; yo nunca fui al psicologó, pero estoy totalmente de acuerdo con el post. Si es cierto que tanto mi familia como mis amigos han hecho de psicologos muchas veces, desde el año 2001 en que Maria empezó a tener problemas. Hoy por hoy, lo tengo asumido porque creo que superarlo no se supera nunca pero se aprende a vivir con ello, y se puede ser feliz: se trata de disfrutar de "pequeñas cosas", de los "avances" y de saber que María es feliz en su día a día.
    Besos

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