………….quiero que sepas que todo lo que hemos
hecho, lo hemos hecho con la intención
de que sea lo mejor para ti. Te confieso que no siempre con la plena convicción,
pero deseando de corazón que así fuese.
Espero que cuando leas estas líneas, ya hayas afrontado todas esas
situaciones que han podido ser dolorosas, y que ahora recuerdes levente….. o
quizás hayas olvidado. Probablemente ahora tengas la madurez para ver tus
limitaciones de otra forma, de una forma que no te produzca ansiedad ni frustración.
Deseo de corazón que se hayan terminado los momentos de bloqueo, de
sentimientos amargos, y que hayas conseguido potenciar todo aquello que tienes
dentro y que vale mucho más que una simple carrera o un simple salto. Seguro que ahora las cosas las ves de otra
manera…..
Si ahora eres feliz, todo lo pasado habrá merecido
la pena, tu esfuerzo, tus lágrimas, las de papa y las mías, y entonces ahora sí
me dará igual que no hayas podido subir solo a un tobogán, o no haber
participado en los juegos que se hacen en los cumpleaños, que no hayas podido jugar
al fútbol en el recreo del cole o haber jugado al pilla pilla con los demás
niños.
Te confieso que aunque deseo muchas veces que
ya seas mayor y que todo esto pase, me da mucha pena “perder” al niño, ¡eres
tan especial!, te aseguro que nunca antes sentí tanto cariño alrededor de
alguien como el que hay hacia ti. Es probable que todo sea efecto de lo que tu
proyectas, porque solo tu con 4 años eres capaz de acercarte a una señora mayor
que está sentada en un banco y preguntarle que qué hace tan sola, porque solo
tu eres capaz de en los momentos “mas bajos de animo” de preguntarme si sé que
me quieres mucho, por que solo tu eres capaz de disimular tu frustración y
poner la mejor de las sonrisas para que yo no sufra tanto.
A ti que algún día leerás esto, quiero
decirte que contigo he aprendido a valorar las pequeñas cosas, a sentir el
dolor físico en el corazón y tener el firme convencimiento de que hubiera dado mi
vida porque las cosas hubieran salido de otra forma el 6 de septiembre del 2008.
A ti que algún día leerás esto, quiero que
sepas que te quiero más que a mi vida, y que estaré contigo hoy, mañana y
siempre.