Mayo será un mes importante y ajetreado, el 10 de Mayo salen las listas provisionales de las plazas de guardería, el 12 nos han dado cita para ir a La Paz al traumatólogo ortopeda, él decidirá si prescribe las férulas nocturnas a Dani y el 30 vamos al neumólogo, para que le hagan pruebas de asma (recomendación de urgencias por un episodio de broncoespasmo).
Quizás ha llegado un momento en todo el proceso de tratamiento de Dani, en el que me enfrento a las cosas de una manera más tranquila, más consciente de que es "lo que hay" y que hay que pasarlo, y cruzar cada puente según voy llegando a ellos, no anticipar. Esto no es fácil para mí, yo que siempre debo tener en mi cabeza como van a suceder las cosas, y como debo estar preparada para recibirlas. Pues ya no es así, tengo que dejar que ocurran, sin imaginarlas antes, y una vez sucedan las viviré.
Dani pasa una etapa quizás opuesta, esta más rebelde, más consciente y nervioso. Lleva días llorando cuando su padre le deja en la guardería, también llora cuando le hacen Bobath, y me tengo que ir porque solo quiere que le coja y lloriquea todo el rato, hasta que me voy y ve que ya no haya nada que hacer. A esto se une su actitud en la piscina, sigue quejándose y he tenido que meterme yo con él, así parace que está más tranquilo.
No sabemos muy bien, si sus reacciones son porque se esta haciendo mayor, se va dando cuenta de sus rutinas, intenta llamar la atención y quiere protección de papa y mama. En realidad no lo sabemos, ni lo sabremos nunca, solo especulamos de por qué de repente cambia su comportamiento en distintas situaciones. Eso sí, no todo es negativo, sigue riendo cada minuto y cada vez es más cariñoso, desde que aprendió a dar besos no para de tirarlos, incluso a los personajes de los cuentos.